Entradas populares

martes, 20 de noviembre de 2012

Fútbol Trainer Formación para Entrenadores Principiantes. - Compra venta de Enseñanza / Academias en Toda España - Islas Baleares

Fútbol Trainer Formación para Entrenadores Principiantes. - Compra venta de Enseñanza / Academias en Toda España - Islas Baleares

lunes, 9 de julio de 2012

Ser Entrenador de Fútbol.


1-Tipología del Entrenador.

CLASES DE ENTRENADOR.

Diversos estudios realizados por psicólogos y otro tipo de especialistas han establecido que existen 3 tipos de entrenadores según su personalidad.

1) Pragmático - Autoritario.

Características:
- “Ordeno y Mando”.
- Sólo le importa ganar.
- Es el único que toma las decisiones.
- El futbolista se limita a escuchar, asimilar y cumplir con lo que se le pide.
- Los jugadores se convierten en “Robots”.
- Sus métodos:
Normas, Rigidez, Sanciones, Gritos….
- Es el clásico “Sargento de Hierro” ó “Mister Látigo”.
- Aspectos Positivos: Organización, Disciplina, Agresividad, Lucha etc.…
- Aspectos Negativos: Existe un mal ambiente en el equipo.

2) Cooperador – Democrático.

Características:
- Siempre asume sus responsabilidades de dirección y liderazgo pero no por eso deja de compartir la toma de cierto de tipo de decisiones en las que todos los miembros del equipo participan.
- Es Abierto, Dialogante y Comunicativo.
- Sabe establecer unas metas y aprende a los futbolistas a esforzarse para conseguirlas.
- Aspectos Positivos: Crea un buen ambiente dentro de la plantilla.
Aspectos Negativos: Existe cierta indisciplina en el equipo y el rendimiento no es del 100%.

3) Sumiso – Romántico.

Características:
- Siempre que puede se abstiene de tomar decisiones.
- Da pocas instrucciones.
- No tiene mucha influencia sobre el futbolista.
- Actúa con cierta apatía / holgazanería.
- Suele ser blando, tranquilo, calmado etc.…
- Tiene experiencia en los banquillos.
Aspectos Positivos: Maneja bien el vestuario y suele ser respetado por su edad. Da cierta libertad a las estrellas del equipo y los sabe manejar con “mano izquierda”.
Aspectos Negativos: Existe en el equipo excesiva apatía y relax.

Según cada tipología y en relación a los futbolistas tenemos que:

ENTRENADOR TIPO 1
Sería bueno para jugadores indisciplinados, individualistas y elementos no habituados a cumplir con determinadas normas de comportamiento.

ENTRENADOR TIPO 2
Sería el apropiado para jugadores de calidad, creativos y con talento.

ENTRENADOR TIPO 3
Es el que mejor encajaría con jugadores veteranos y con los llamados “cracks”.

EL ENTRENADOR IDEAL.
La pregunta del millón es la de siempre, ¿Qué estilo es el mejor?
Pienso sinceramente que todos tienen sus cosas buenas y otras que no lo son tanto ó que incluso son negativas. Sin embargo hay entrenadores muy conocidos que representan, si no en su totalidad, si en un alto componente de afinidad a cada uno de los 3 estilos y todos triunfaron siendo fieles a su “estilo”. Ganaron ligas, copas, copas de Europa y todo lo que se les puso por delante. ¿Cómo decir entonces que su estilo no era el adecuado?
En el fútbol profesional sólo vale ganar y eso es lo que al final cuenta, otra cosa es a nivel humano haya sus discrepancias por que el futbolista antes que deportista es una persona y de ahí se debe de partir siempre.
Esto es diferente cuando se trabaja en el fútbol de base, ahí sinceramente pienso que el tipo de entrenador que encaja perfectamente es el cooperador ó democrático pero siempre con la suficiente personalidad para saber dirigir a un grupo.

Resumiendo, lo ideal sería un entrenador que reuniera las cualidades positivas de cada estilo, por ejemplo:
- La Disciplina y el Orden del 1
- El Diálogo y la Capacidad de Comunicación del 2
- La Experiencia y Veteranía del 3
Al final el que aglutine más cosas buenas de una y otra tipología sería el entrenador que podríamos considerar más completo “a priori”, aunque eso va en función de aspectos que van íntimamente relacionados con el individuo y su propia personalidad y carácter y esto se tiene ó no se tiene por que se nace con ello, aunque todo es susceptible de aprendizaje y mejora.

Si me preguntaran cual es para mí el mejor tipo de entrenador contestaría lo siguiente:

EL MEJOR ENTRENADOR ES AQUEL AL QUE SIEMPRE LE RENUEVAN SU CONTRATO PARA LA TEMPORADA SIGUIENTE.

Bibliografía y Documentación consultada:
EL ENTRENADOR (R.Martens. R.W.Christina. J.S.Harvey. B.J.Sharkey.) (Editorial Hispano Europea).
HOMBRES PARA EL FUTBOL. (Santiago Coca). (Editorial Gymnos).
EL ENTRENADOR: Diferencias individuales en estilos de personalidad y liderazgo. (J.Luis Fernández Seara) (Revista El Entrenador Español de Fútbol).

2-La Mano del Entrenador.

A veces se dice que un entrenador tiene “mano izquierda” para dirigir un equipo refiriéndose a que tiene determinada habilidad para manejar la plantilla de jugadores sobre todo en lo referente al terreno personal, es decir a lo que abarca la parcela que podríamos denominar como terreno psicológico.

Pues bien, al hacer mención de la mano podríamos referirnos a que cada uno de sus cinco dedos representan las cualidades que el entrenador debe de poseer para realizar de forma positiva su labor de dirección de equipo.

Los 5 apartados  serían los siguientes:

1- Preparación: Los conocimientos que posee y su capacidad para ir aumentándolos con el tiempo, siempre en aprendizaje continuo, perfeccionándose y sobre todo actualizándose. Hay que desterrar la frase tan conocida de que “en el fútbol está todo inventado”, más propia de entrenadores obsoletos y poco dados a aumentar sus conocimientos bien por holgazanería ó por comodidad, que suelen decir aquello de “eso no vale para nada”, cuando alguien les da a conocer algo nuevo relacionado con el trabajo en lo entrenamientos ó innovaciones tácticas para los partidos.

2- Experiencia: Decía Cesar Luís Menottí, campeón del mundo en 1.978 con la selección Argentina, que el fútbol es algo empírico pues se basa fundamentalmente en la observación y en la experiencia y es una gran verdad, pues a parte de la preparación y conocimientos que el técnico vaya adquiriendo a lo largo de su carrera, el bagaje adquirido a lo largo de los años va a ser fundamental y el fruto de la observación diaria del trabajo en los entrenamientos y del desarrollo de los partidos le hará poseer un arsenal de información cada vez mayor a medida que vaya pasando el tiempo.

Preparación + Experiencia: Eficacia.

La suma de las dos es lo que le da al entrenador su verdadera dimensión para estar capacitado en su trabajo y desarrollarlo con eficacia.
El entrenador con amplios conocimientos y sin experiencia de “partidos” no es un entrenador completo y el técnico veterano con años de banquillo que limita sus conocimientos a lo que aprendió en su primer curso de entrenador, es un entrenador limitado por que da la espalda al progreso.

3-Personalidad: Cada entrenador tiene su forma de ser pero ha de tener una serie de cualidades personales para desempeñar el puesto que ocupa y que en general son las propias de alguien que debe liderar en grupo, sin embargo en este artículo me gustaría hacer hincapié en tres cualidades fundamentales sin que por ello quiera dejar de lado otras que son de vital importancia: Empatía, Carisma y Credibilidad.

Empatía: Es la capacidad de vivir en propia carne lo que siente otra persona, de compartir sus sentimientos, es decir de ponerse en su lugar. En el caso del entrenador de fútbol poseer esta cualidad le va a servir para tener una mejor comprensión del comportamiento de sus jugadores con lo cual su nivel de entendimiento con ellos va a ser mucho mayor y siempre podrá en determinados momentos ayudarlos de una forma más eficaz a solucionar los problemas que se le presenten.

Carisma: Es la habilidad que tienen algunas personas para influir sobre otras. En el caso del entrenador será su capacidad para motivar al grupo tanto a nivel individual como colectivo.
Es una cualidad que permite ejercer cierto “magnetismo” sobre el equipo centrando la atención ó la admiración del mismo sobre la figura de la persona que lo dirige , lo que sin duda alguna resulta tremendamente positivo de cara a la preparación mental de cara a la competición.

Credibilidad: Los jugadores tienen que “creer” en su entrenador. Tiene que fiarse de él, han de estar seguros que no los engaña, que es cierto lo que les dice, en definitiva que es un hombre de palabra. Por eso es fundamental que un entrenador “nunca les prometa a sus jugadores aquello que no pueda ó vaya a cumplir”. Lo peor que le puede pasar a un técnico es que sus jugadores no crean en él por que los engaño ó por que es incapaz de mantener sus promesas. Es fácil perder la credibilidad pero muy difícil recuperar el crédito y esto es algo que un entrenador ha de tener  presente desde el primer día que se hace cargo de un equipo.

Empatía + Carisma + Credibilidad: Capacidad.

4- Carácter: Es el conjunto de cualidades propias que posee una persona, en el caso de los entrenadores creo que estas virtudes han de ir dirigidas sobre todo a nivel profesional a la mentalidad ganadora que debe de poseer la persona encargada de dirigir un equipo y la capacidad de poder contagiar ese carácter ganador a sus jugadores.
Un carácter agresivo en el sentido positivo de la acción es algo beneficioso para el grupo y transmitido correctamente sirve para establecer unas bases sólidas encaminadas a conseguir el éxito en los partidos.

Carácter: “Siempre agresivo, siempre ganador”.

5- Suerte: No podemos olvidarnos de que el fútbol es un juego y como tal juego está supeditado muchas veces al factor suerte, a que la pelota entre ó no entre, que pegue en el travesaño, que el portero la desvíe  “in-extremas” con la yema de los dedos ó que en el último minuto el árbitro se equivoque y señale un penalti inexistente.
A parte de lo dicho anteriormente, la suerte también hay que buscarla, no se puede estar siempre aludiendo a la “mala suerte”, por que a veces lo que se quiere enmascarar son fallos, errores de los que tanto entrenador como jugadores son culpables en un partido.
La suerte hay que trabajarla, hay que seguirle la pista en los entrenamientos con el trabajo diario y el esfuerzo continuo, solamente así será más fácil encontrar el camino para que aparezca con más frecuencia, aunque bien es cierto que en ocasiones se te niega de una forma contundente y repetida, ante eso sólo queda una solución: seguir buscándola.

Entrenamiento + Esfuerzo: “Camino de la suerte”.


Resumen:

1- Los entrenadores de fútbol y algunas características que los diferencian.

2-Un entrenador es como un cocinero, si tiene buenos ingredientes, la mezcla para conseguir un  resultado positivo en su trabajo, dependerá de la “mano” que tenga para saber combinarlo todo en la proporción adecuada.



Fútbol Trainer. El Entrenador de Fútbol.
Cursos, Seminarios y Talleres On-Line para Entrenadores Debutantes.

Enlaces Varios Fútbol.

Fútbol. Cosas de Sabios, Toros y Embudos.



1-Los Sabios.

Si un equipo sale al campo solamente a dar patadas , a jugar sucio y a vulnerar el reglamento siempre que le sea posible con marrullerías, trampas e incluso violencia, hay que decir, que gran parte de la culpa por no decir toda, es de su entrenador y me parece muy bien que cuando esto sucede en un terreno de juego, el entrenador del equipo contrario que padece esta forma antideportiva de jugar, se queje, proteste e incluso lo denuncie, pero lo que ya es rizar el rizo de la caradura, es que haya entrenadores a los que llamaremos los sabios (por que parece que están por encima del bien y del mal) y que no nombraremos, para que cada cual averigüe quienes son y saque sus propias conclusiones, que se permiten criticar a su colega de al lado, sobre todo cuando pierden, diciendo que el equipo contrario jugó de esta u otra forma y les parece mal en el colmo de la desfachatez, que el entrenador rival juegue a la defensiva o utilice dispositivos tácticos determinados para obtener el mayor provecho posible. Esto cuando menos, a mí particularmente me resulta increíble, por que desde luego no se entiende que un entrenador se sienta molesto por que otro entrenador utilice los medios, recursos y capacidades que sus conocimientos tácticos le permitan para que sobre un terreno de juego su equipo pueda sacar el mayor rendimiento posible y superar al contrario.
Yo les preguntaría a esos entrenadores que creen poseer la receta mágica (y única, al menos para ellos), que me dijeran como se debe de jugar bien al fútbol. Normalmente para esta clase de entrenadores el fútbol sólo es ofensivo, defender parece ser una falta grave y acumular demasiados efectivos en propio campo es según dan a entender pecado mortal.
Y defender es un arte, como atacar y hay que saber hacerlo bien y eso no es anti-fútbol como algunos quieren hacernos ver. Si no hubiera equipos que saben defenderse como lo hacen, el fútbol carecería de la emoción e incertidumbre que lo caracteriza, pues los partidos acabarían con resultados de escándalo y sería tan fácil meter goles como en balonmano y evidentemente cuanto más fácil sea marcar un gol, cuanto menos trabajo cueste, menos aliciente y menos diversión producirá en el espectador y esto va por los que sólo hablan del fútbol como espectáculo y dejan a un lado lo que tiene de deporte. El circo si es un espectáculo, pero el fútbol  es otra cosa.
Conclusión, hay entrenadores que en definitiva lo que dan a entender muchas veces quizás para  no querer reconocer los méritos del entrenador que ese día tienen de rival, que el equipo contrario tiene que jugar como a ellos les convendría para poder ganarlo, eso se llama tener mucha jeta para buscar motivos inexistentes que muchas veces quieren enmascarar  errores o la propia incompetencia y si no es así agradecería que alguien  me lo explique ya que hay actitudes de algunos técnicos que realmente no entiendo.
¿No sería mejor felicitar al colega de turno cuando te ha hecho un planteamiento tan perfecto en el campo y se ha llevado el gato al agua aunque tú tengas un equipo en teoría superior? Fastidia que alguien te deje en evidencia pero cuando es así, si no lo quieres reconocer, mejor cállate y aprende para la próxima.

2-Los toros desde la barrera.

Cuando estoy sentado en mi butaca tranquilamente viendo un partido de fútbol por la tele, tengo que escuchar (soportar) la mayoría de las veces a toda una coral de locutores, comentaristas, presentadores, “viejas glorias” balompédicas, entrenadores en paro, graciosos con dudoso sentido del humor y otra serie de adheridos que se empeñan en contarme paso a paso, detalle a detalle y punto por punto lo que yo ya estoy viendo sin necesidad de que nadie continuamente me lo repita.

Da igual a la cadena que me conecte, en la mayoría de las ocasiones siempre sucede lo mismo (salvo alguna honrosa excepción que agradezco enormemente). Unos y otros se empeñan en tratarnos a los sufridos televidentes como si fuéramos auténticos analfabetos futbolísticos que no se enteran absolutamente de nada de lo que a través del televisor se está viviendo dentro del terreno de juego.

Y que decir de los “sabelotodo”, esos “filósofos del balón”, esos “profetas del fútbol” que continuamente deambulan por los distintos medios de comunicación y que día sí y día también, nos dicen a los telespectadores como han de jugar los equipos que estamos viendo disputar un partido y lo que tienen que hacer para ganar. Que estilo de juego han de emplear, que posiciones han de ocupar los jugadores en el campo, que cambios han de hacer los entrenadores en cada momento y un sinfín de “mágicos remedios” que desde su cómoda y plácida barrera se atreven a recetarnos.

Claro está que todo lo que dicen no lo podemos rebatir los que estamos al otro lado de la pequeña pantalla, al menos de momento, aunque técnicamente ya sea posible enviando un SMS a la cadena, y sólo  para decir ¡Por favor, cierren la boca de una vez y déjennos ver el partido tranquilamente ¡

Afortunadamente no todos los que comentan un partido por televisión son iguales. Hay quien habla lo justo, con conocimiento de causa, pensando lo que dice, con el afán de comunicar y aportar sus puntos de vista pero sin buscar el lucimiento personal y utilizando un lenguaje más “efectivo que efectista”. Generalmente, los que menos hablan son los que más saben, al contrario que otros que sólo les gusta escucharse a sí mismos.

Los “toros se ven muy bien desde la barrera”, pero cuando hay que bajar al ruedo y enfrentarse con los enormes cuernos del morlaco, la cosa cambia. Me gustaría mucho ver a tanto “catedrático balompédico”, sentarse en un banquillo y dirigir a un equipo. Hay otros que siendo entrenadores ya lo han hecho y no precisamente bien y ahora, y ya que hablamos de toros, por “vergüenza torera” mejor estar “calladitos” que criticar a los compañeros.

3-La Ley del Embudo.

Aunque a uno ya no le coge de sorpresa casi nada de lo que lee en la prensa, escucha en la radio o ve en la televisión, todavía me sigue sorprendiendo el enorme trato discriminatorio que algunos periodistas (algunos no lo son) dispensan a los entrenadores y en función de la situación que acontezca, juzgan determinados hechos y acontecimientos de una forma totalmente parcial y absolutamente injusta, impropia de profesionales (los que lo sean) que como objetivo fundamental de su actividad han de ser siempre o al menos procurarlo, completamente objetivos en sus apreciaciones.
Me estoy refiriendo en concreto a que por desgracia en el fútbol, el entrenador es siempre el que suele cargar con toda la culpa cuando un equipo va mal y por tanto es el primero que se va a la calle cuando esto sucede. Ahí, si es el culpable, por lo que se ve el único, aunque los directivos, para justificarse suelen utilizar eso tan conocido y tan zafio, de que se echa al entrenador por que es más fácil tomar esa decisión, que despedir a toda la plantilla. Sin embargo cuando un equipo va bien y se nota claramente la mano del entrenador como director de ese equipo tanto en el aspecto deportivo como de conductor del grupo a nivel humano, esos mismos periodistas que cuando aparecen los resultados negativos persiguen con saña al técnico y lo acusan de todos los males, no quieren reconocer cuando el trabajo del entrenador es realmente positivo, el mérito que éste  tiene y se escudan  en que son los jugadores solamente los que merecen el reconocimiento por los triunfos conseguidos.
¿En qué quedamos?, si un entrenador no interviene en los aciertos por que la clave está en tener buenos jugadores y a ellos se les debe todo lo bueno que ocurra sobre un terreno de juego, cuando esos mismos jugadores lo hacen rematadamente mal, ¿por qué ahora sí es culpa del entrenador?



Resumen:

1-En cualquier actividad, siempre hay esa clase de personas que creen que lo saben todo. Al final se demuestra que su supuesta sabiduría se la ha llevado el viento.
2- Resulta muy fácil criticar las decisiones que otros toman, lo que es más complicado, es coger el “toro por los cuernos”, y ser uno mismo el que tenga que decidir.
3- Es la “Ley del Embudo” que algunos utilizan en función de lo que les interesa en cada momento y por lo que se ve, ese embudo se lo colocan en la cabeza de tal forma que les tapa los ojos y realmente no ven la realidad de las cosas o no quieran verla, que para el caso da igual.


Fútbol Coach.




Fútbol, Jugadores y Entrenadores.



1-El fútbol es así.

El fútbol no deja de sorprenderme un día sí y otro también, por sus manías, por sus tópicos, por muchas situaciones reiterativas que de forma negativa se dan una temporada tras otra, por el enorme despilfarro que los clubs realizan con fichajes de presuntos “cracks” que muchas veces no llegan ni a ser jugadores medianamente aceptables para jugar ni en tercera división, por decisiones inauditas, caprichosas y absurdas de dirigentes incompetentes que están más pendientes de lo que leen en los periódicos deportivos que de gestionar al club que representan con un mínimo nivel de inteligencia.
Con el hilo kilométrico de esta incapacidad manifiesta de la que muchos hacen gala podríamos dejar que la cometa del despilfarro y la incoherencia llegara al cielo y se pueden poner mil ejemplos de lo que digo y lo malo es que algunos hasta ven normal lo que sucede, ya que de otra forma no se explica que no se tomen medidas, que me atrevería a decir, tendrían que ser a nivel de consejo de ministros.
Hace poco y no vamos a dar nombres, aunque es de dominio público, salió en la prensa  el “ranking” (¡algunos gestores pueden sentirse orgullosos e incluso colgarse medallas por la estupenda labor realizada!) de clubs de fútbol españoles de primera división con las deudas que tenían y con la suma de lo que deben se daría de comer a todo el continente africano como mínimo durante un año, pero esto es fútbol, y el fútbol es así  y los que mandan tan tranquilos y sin que les salgan los “colores” (de la vergüenza o de la falta de ella).


2-El fracaso. ¿Mito o realidad?

El afamado psicólogo americano Wayne W.Dyer autor de libros de gran difusión tan conocidos como “Tus zonas erróneas” ó “Diez secretos para el éxito y la paz interior”, dice que el fracaso es sólo una ilusión y pienso realmente que está en lo cierto.
Veamos un ejemplo con el fútbol. Si un jugador durante un partido tira a puerta tratando de conseguir un gol pero el balón se va a la grada y por ese fallo no se logra ganar, se puede pensar que eso es un fracaso y más si el partido es de vital importancia, pero analizando las cosas con frialdad simplemente se podría decir que es un hecho que ha producido un resultado, no un fracaso.
Se puede fallar un gol a puerta vacía, pero por muy llamativo que haya sido ese fallo nunca se debe de analizar en términos de fracaso, por que eso siempre va a condicionar las acciones posteriores que se vayan a realizar . Siempre hay que volver a intentarlo de nuevo y olvidarse del error anterior.
Volviendo a Wayne W.Dyer, dice que el fracaso es solamente una valoración y una cuestión de opinión, por lo tanto y en concreto en el fútbol, y esto vale para jugadores y entrenadores, no nos dejemos llevar por las valoraciones que realicen los demás. Que nadie nos haga creer que hemos fracasado en algo cuando un fallo simplemente es el resultado de una acción que hemos realizado y que siempre tendremos la oportunidad de volver a ejecutar correctamente, otra cosa es la importancia que queramos darle.
En muchas ocasiones no son los demás y es uno mismo el que se predispone a lo que creemos que es un fracaso, por eso hay que evitar en todo momento esos pensamientos negativos que nos encaminan directamente a que las cosas  salgan mal por que producen ansiedad y depresión y eso nos condiciona enormemente.
Es el ego en estos casos un mal aliado por que nos atemoriza la idea de que digan de uno que es un fracasado y esa vergüenza puede con nosotros por que nos provoca angustia sólo de pensar que uno no va a estar a la altura de las circunstancias y esto en el terreno deportivo se da continuamente.
Si tomamos como  referencia a los futbolistas existen determinados pensamientos que llamaríamos irracionales que les acompañan antes de un partido y que se deberían de reemplazar por otros más positivos para evitar esa sensación de fracaso.

Antes del partido:

Ejemplo “A”: “Un futbolista quiere realizar un gran partido para que el entrenador quede satisfecho con su rendimiento, de lo contrario piensa que si su juego no ha sido lo suficientemente bueno, no va a volver a jugar de titular el próximo partido”.

Pensamiento +: “El futbolista piensa en jugar el partido lo mejor posible y si le salen las cosas mal siempre volverá a tener otra oportunidad de volver a jugar de titular y seguro que las cosas le saldrán mejor”.

Después del partido:

Ejemplo “B”. “El futbolista piensa que debería de haber entrenado mejor antes de jugar el partido, cree que ha hecho el ridículo, se lamenta de haberse esforzado poco en los entrenamientos y se siente culpable de la derrota de su equipo”.

Pensamiento +: “Voy a trabajar más  y mejor en los entrenamientos para estar a tope en el próximo partido, se que lo puedo hacer mucho mejor y tanto las victorias como las derrotas son un trabajo de todo el equipo”.

Para terminar, me gustaría decir que es muy importante cuando se producen malos resultados ó se cometen errores que se juzguen siempre los hechos con frialdad y que se procuren eliminar términos absolutistas y drásticos que se suelen dar en el deporte como expresiones de “este es un partido a vida ó muerte” ó “nunca volveremos a tener otra oportunidad”, eso solamente sirve para añadir una dosis de presión “extra” que no beneficia en nada.

3-El aprendiz de futbolista.

Jugar al fútbol no es excesivamente complicado, cualquiera puede pegarle patadas a un balón, lo difícil es jugar bien y eso es evidente que no todos saben hacerlo. Sin embargo es posible mejorar la técnica y la forma de jugar en el campo para sacarle el máximo provecho posible a las cualidades propias si se realiza una práctica de forma continuada buscando en todo momento aprender y mejorar.
Para empezar seria importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
  1- Hay que recordar siempre que el fútbol es un deporte de equipo en el que se realiza un trabajo de conjunto. Este concepto hay que tenerlo en todo momento muy claro y mantenerlo permanentemente en la cabeza. Cuando  se juega al fútbol no se hace para obtener un provecho a nivel individual. Se trabaja para el equipo y lo que se ha de buscar siempre es el beneficio del grupo por encima de las individualidades.
  2- Para economizar energía durante un partido hay que procurar que se mueva el balón más que el cuerpo. Si se empieza corriendo de forma alocada, sin sentido y sin saber dosificarse, el futbolista acabara agotado en poco minutos y no podrá aguantar el tiempo completo que dura un partido. Hay un frase muy conocida en el fútbol que dice que "el balón nunca se cansa", pues bien, esto hay que saber aplicarlo en todo momento. Que se mueva el balón y no el jugador.
  3- Hay que saber presionar al rival y no dejarle que reciba el balón con facilidad. Si se está encima de él será más probable que cometa un error al recibir el esférico, pero si uno se mantiene alejado del contrario dejará que lo reciba con comodidad.
  4- Se debe procurar siempre adelantarse a los movimientos del contrario. Realizar la anticipación cuando se vea que el balón está viniendo hacia donde uno está y tratar de llegar antes que el contrario. Para esta acción es muy importante emplearse con la rapidez necesaria.
  5- Al contrario siempre hay que procurar sorprenderlo, por lo tanto se ha de intentar realizar movimientos que no sean muy obvios para que el oponente no adivine lo que  se va a hacer. Procurar utilizar para sorprender, el cambio de ritmo, por ejemplo moverse rápido y de repente detenerse cuando el rival se vaya acercando a uno para cuando menos se lo espere volver a moverse rápidamente y sorprenderlo.
  6- Si un jugador tiene el balón en su poder y está jugando por el centro del campo durante un partido y ve que en esa zona se acumulan muchos jugadores (compañeros o contrarios), debe de procurar mandar el balón a las bandas, a los compañeros que jueguen en ese espacio y desde ahí puedan centrar sobre el área contraria para que los delanteros del propio equipo intenten el remate sobre la portería contraria.
  7- Como ya se vio al principio, el fútbol es un deporte colectivo, no se debe intentar siempre hacer jugadas individuales cuando hay mejores opciones, siempre que se pueda hay que apoyarse en los compañeros, utilizar el pase, busca paredes, realiza triangulaciones, recordando que en fútbol existe una norma muy clara que dice: "El dribling es inútil cuando el pase es posible".
  8- Lo dicho anteriormente no quiere decir que nunca se realicen jugadas de forma individual, eso también se debe intentar sin miedo, con confianza y con seguridad sobre todo si el futbolista tiene unas condiciones técnicas que se lo permitan, pero siempre buscando el beneficio del equipo y no el lucimiento personal y sabiendo en todo momento cuales son las situaciones apropiadas para realizar las jugadas durante el desarrollo de un partido.
  9- Hay que procurar orientarse bien en el campo durante los partidos, sabiendo la posición que se ocupa y la que ocupan  tanto los compañeros como los contrarios. Hay que tener un visión correcta del terreno de juego y recordar siempre que no sólo  se interviene en el partido cuando  uno tiene el balón, también  se ha de jugar cuando no se tiene, que es lo más difícil.
 10- Los partidos duran hasta que el árbitro pite el final, así pues, hay que mantenerse atento en todo momento, no relajarse ni estar excesivamente confiando cuando nuestro equipo vaya ganando, sobre todo si es por una corta ventaja, ya que en cualquier momento el contrario puede marcar un gol.
 11- Hay que intentar emplearse siempre a fondo en los partidos. No rendirse nunca, ni desmoralizarse si algo sale mal. Hay que mostrarse siempre combativo, y además hay que procurar animar y ayudar a los compañeros y nunca reñir con ellos. Saber atacar y saber defender según el desarrollo del juego lo requiera y mantener siempre una mentalidad positiva durante el partido. Los  entrenadores siempre valorarán enormemente esas actitudes.
 12- Hay que procurar en todo momento jugar "limpio", pero tener cuidado con aquellos contrarios que no lo hagan pues el riesgo de que uno  se lesione es mayor y hay que prestar mucha atención para no caer nunca en la trampa de entrar en el juego "sucio" que pueda emplear un rival respondiendo de la misma forma.

4-El entrenador y el rendimiento del futbolista. La decisiva influencia que ejerce el técnico en el trabajo del jugador.

Resulta indudable que el entrenador de un equipo de fútbol tiene que estar psicológicamente preparado para desarrollar su actividad ya que la psicología constituye un factor fundamental a la hora de realizar el trabajo que ha de llevar a cabo.
A nivel personal ha de encontrarse en las mejores condiciones posibles desde el punto de vista mental, en cuanto a motivación, fortaleza de espíritu y seguridad en si mismo y, no solo por el beneficio particular que esto le supone, sino por que es imprescindible disponer de un buen estado anímico para luego poder transmitirlo a sus jugadores.
El entrenador ha de plantearse una serie de objetivos desde el punto de vista psicológico tanto a nivel colectivo como individual. Al ser el fútbol un deporte de conjunto, el técnico tiene que realizar una doble faceta, la más importante es a nivel de grupo pero sin olvidar nunca el aspecto contrario en el que ha de preocuparse por separado de cada uno de sus jugadores y  en el que muchas veces se verá obligado a intervenir a lo largo de la temporada,  por que son muchas las situaciones que se pueden plantear a nivel personal y que guardan relación con el futbolista como individuo.
Las metas que el entrenador ha de plantearse desde el aspecto grupal y con relación al trabajo de preparación psicológica han de centrarse fundamentalmente desde mi punto de vista en conseguir motivar al equipo para la consecución de los objetivos que se han establecido durante la temporada en el desarrollo de la competición que se dispute. Lograr que el grupo crea firmemente en sus posibilidades, que se haga fuerte ante la adversidad y sobre todo que permanezca unido y sin fisuras en los momentos difíciles cuando las cosas no salgan bien y los resultados no acompañen.
A nivel individual tiene una gran importancia que a todos los futbolistas que forman la plantilla, con independencia de que unos jueguen más que otros, por que tiene que haber titulares y reservas, les deje claro que cuenta con todos ellos y, que todos son necesarios para el funcionamiento del equipo aunque jueguen más o menos tiempo durante los partidos.
Si el entrenador consigue que el jugador con independencia de su situación participativa en el equipo a nivel competitivo, se sienta importante dentro del grupo y sobre todo valorado y apreciado por su técnico, habrá logrado algo de vital importancia para llevar a buen puerto la nave del equipo y alcanzar todas las metas que se haya trazado, ya que habrá conseguido canalizar todos los esfuerzos de los miembros del grupo para que se dirijan en una misma dirección, buscando siempre el bien común y eso es indudable que repercutirá muy positivamente en el buen funcionamiento del equipo.


Resumen:

1-El fútbol  tiene algo "especial" que engancha a millones de aficionados en todo el mundo, aunque días tras día, sigamos viendo cosas incomprensibles que suceden a su alrededor.
2-¿Existe el fracaso o es tan solo el resultado de una determinada acción?
3-Algunas cosas interesantes que conviene saber cuando se empieza a jugar al fútbol.
4-Los entrenadores de cualquier disciplina, influyen con su trabajo, de forma decisiva en el rendimiento de los deportistas.


    

Fútbol Trainer. El Entrenador de Fútbol.
Información y Formación para los Jóvenes Entrenadores.

Fútbol: Entrenadores, Espejos y Ejemplos.



1-El Entrenador y el Ejemplo.

No cabe duda alguna que el entrenador sobre todo si trabaja con la base, suele ser un espejo en el que se miran sus futbolistas. Está claro que el técnico ha de ser siempre un buen ejemplo en todos los sentidos, pero más aún en lo que les pide a sus jugadores que hagan, si luego él, es el primero que no lo realiza, poca fiabilidad le está demostrando a su equipo para que éste tenga confianza en él.
Tenemos el ejemplo clásico del entrenador que riñe a sus futbolistas por que protestan mucho al árbitro, y quiere evitar que el equipo se vea perjudicado por un exceso de amonestaciones y expulsiones. Tendrá muy difícil conseguir su objetivo, si luego durante los partidos es el primero que se muestra agresivo con el colegiado y lo insulta o se dirige hacia él, de forma poco educada o simplemente se pasa los noventa minutos protestando sin parar.
¿Cómo un técnico puede pedir tranquilidad a sus jugadores, cuando él es quien más nervioso se pone o es el primero que ante cualquier adversidad pierde los papeles?
Está claro que con este tipo de comportamientos, el entrenador está perjudicando totalmente al equipo que entrena, ya que les está dando a todos sus componentes un deplorable ejemplo, a todas luces impropio de alguien que tiene la responsabilidad de llevar las riendas de un equipo, y más grave aún, es cuando se trabaja con niños y jóvenes, que lo menos que necesitan, es que quien los dirige tenga un comportamiento tan alejado de las exigencias que una actividad de este tipo requiere.
Se puede comprender, cuando se trata de entrenadores novatos y con demasiada juventud, que cometan errores propios de su falta de rodaje, pero lo que es imperdonable, es que técnicos con muchos años de experiencia en los banquillos, todavía no hayan aprendido a comportarse correctamente durante un partido de fútbol.

2-Espejos en los que no mirarse.

Se supone que un futbolista profesional de los considerados de primer nivel , no solo cobra (espléndidamente, por cierto) para demostrar sobre un terreno de juego sus virtudes con el balón en los pies , también para mantener un comportamiento y una educación que cualquier deportista debe de tener siempre presente en el ejercicio de su actividad y más si pertenece al grupo de los llamados de elite que son seguidos por miles de niños y jóvenes a los que en cierta medida están obligados a dar un buen ejemplo. Lamentablemente hay algunos profesionales (?), que están en la mente de cualquier aficionado, que no saben comportarse dentro de una cancha con la mínima educación exigible, y esto no sólo  vale para un deportista, lo hago también extensible para cualquier persona. Cuando su entrenador los sustituye en el transcurso de un partido, ejerciendo libremente las responsabilidades y derechos de su cargo, dicho sea de paso, lo encajan negativamente y algunos ya no es cosa de que pongan mala cara, salen del campo protestando, otros miran a su técnico con aspecto desafiante, algunas incluso hasta se encaran con él y alguno más osado lo recrimina y hasta le insulta. Otros, no por eso menos mal educados, le niegan a su entrenador la mano cuando este se acerca a felicitarlos. Si este es el espejo deportivo en el que se han de mirar nuestros pequeños futbolistas mal ejemplo les estamos dando para cuando sean mayores.

3-Los buenos ejemplos.

No es necesario para triunfar como entrenador de fútbol haber sido antes un futbolista destacado o simplemente aficionado y tenemos muchísimos ejemplos afortunadamente de cómo entrenadores que no pasaron de categoría juvenil en su época de jugadores, son hoy en la actualidad cotizados técnicos de primera división en la liga española e incluso en la de otros países.
Sin embargo lo que si es importante, yo diría que imprescindible, es que para ser entrenador hay que ser antes deportista en toda la extensión de la palabra y cuando me refiero a deportista, no estoy hablando dentro del campo profesional, vale con ser un aficionado normal, al que le guste hacer deporte, practicar algo de ejercicio y en definitiva ser una persona que se mantenga minimamente en forma y en un estado de vida saludable.
Este articulo esta especialmente dirigido a los entrenadores jóvenes, a los técnicos principiantes que empiezan su actividad futbolística en los banquillos de cualquier equipo  de categorías de base y queremos recordarles a todos ellos lo importante que es “dar ejemplo” a sus jugadores, niños y adolescentes que buscan muchas veces en su entrenador un espejo en el que mirarse sobre todo en determinadas cuestiones tanto a nivel personal como en actitudes y hábitos deportivos que tienden a imitar.
Si un entrenador es joven, lo lógico es que su apariencia física y su estado de forma sean los correctos en relación a su edad, salvo que la persona en cuestión tenga condicionantes de diverso tipo que limiten su capacidad de movimiento, enfermedades, lesiones o cualquier otro problema que le impida como practicante realizar actividades deportivas o cualquier tipo de ejercicio físico, eso no quiere decir que esto les incapacite totalmente para ejercer como entrenadores o técnicos en diferentes disciplina deportivas.
Aquí queremos referirnos especialmente a aquellas personas que están perfectamente sanas y no tienen ningún impedimento físico, que quieren ser entrenadores o ya ejercen como tales y que siendo jóvenes no cuidan su condición y aspecto físico cuando en este apartado deberían ser un ejemplo para los jugadores que dirigen.
¿Como le dices a un niño que corra si a ti no te ve hacerlo nunca?
¿Como le dices a un chico que debe de comer menos por que esta alto de peso cuando a ti te sobran 10 o 12 kilos y no cuidas para nada tu alimentación?
¿Como le puedes pedir a tus jugadores que se esfuercen y se muevan continuamente durante un partido cuando tu eres el ejemplo personificado del sedentarismo pues te pasas los entrenamientos casi sin moverte o incluso viéndolos sentado desde el banquillo?
Si eres entrenador de base donde los medios suelen escasear, por lo menos si lo comparamos con los equipos profesionales, tendrás que desempeñar diferentes funciones dentro de la preparación de tu equipo. No eres, por ejemplo, el entrenador del Real Madrid, que tiene tres o cuatro preparadores físicos a su disposición.
En tu equipo el preparador físico eres “tu mismo”, algunas veces tendrás que correr con tus chicos, otras veces hará falta enseñarles determinado ejercicio físico y habrás de realizarlo tu primero a modo de ejemplo para que tus pupilos vean como se hace y si tu no estas minimamente en forma, en algunas ocasiones no podrás hacer ni tan siquiera la repetición del ejemplo y en otras ocasiones, por realizar un esfuerzo al que no estas acostumbrado correrás el riesgo de lesionarte, y lo menos malo que te puede suceder es que al día siguiente te encuentres con las agujetas propias del que no esta acostumbrado a realizar ni la mas pequeña actividad física.
No cabe duda que la imagen de un entrenador gana en respeto por parte de sus jugadores cuando ven que su técnico esta en forma, es deportista y hace ejercicio, por supuesto que no es suficiente con eso, el entrenador ha de tener otras muchas cualidades para ganarse la consideración de la plantilla, pero lo anteriormente dicho ayuda y no es lo mismo dar una imagen en consonancia con la profesión o actividad que uno desempeña dentro del deporte, que dar otra completamente contraria a lo que este representa , cuando alguien ejerce como técnico (de cualquier disciplina) y presenta un aspecto bastante descuidado sobre todo en cuanto a exceso de peso, que además de perjudicial para su salud, por muy preparado que este en lo que a conocimientos se refiere, hacen que en su caso, la teoría y la practica vayan por caminos totalmente divergentes.
Ejemplos:
¿Que imagen da un medico que fuma delante de sus pacientes?
¿Que pensarías si tu profesor de auto-escuela se salta los semáforos en rojo?
¿Te fiarías de un nutricionista cuando vas a su consulta para que te ponga a dieta para adelgazar y ves que se trata de una persona obesa?
¿Si vas a realizar un tratamiento para evita las caída del cabello y ves que el supuesto especialista esta completamente calvo, que pensarías?


Resumen:

1-El entrenador, en especial el que trabaja con la base, debe de dar ejemplo a los jugadores que dirige, y de forma concreta, en determinados momentos en los que tiene que demostrar que está capacitado para el cargo que ocupa.
2-No basta con ser un buen deportista compitiendo, también es muy importante el comportamiento a nivel personal.
3-No vale eso de decir, haz lo que yo te digo y no lo que yo hago, psicológicamente no resulta muy efectivo.


Blog Fútbol Trainer Formación.
Cursos, Seminarios y Talleres para Entrenadores Debutantes.

Enlaces Varios Fútbol.


Entrenadores y Futbolistas.




1-El Entrenador y su trato al futbolista.

El entrenador ha de tratar por igual a todos los jugadores a la hora de que cada uno responda a las exigencias propias del trabajo, en el cumplimiento de las normas establecidas y en las responsabilidades lógicas que un jugador ha de atender sobre todo a nivel profesional.
Otra cosa es el aspecto personal. Cada jugador es diferente y no puede tratarlos a todos por igual. El consejo que le dé a uno, igual no vale para otro, por muy bueno que sea. Unos necesitan cierta contundencia a la hora de dirigirse a ellos y con otros hace falta ser un poco más suave. Los hay que reaccionan muy positivamente con una palmada en la espalda y otros necesitan una voz en alto, por decirlo de una forma bastante simplificada.
El dominio por parte del entrenador de determinadas técnicas psicológicas y un conocimiento bastante profundo de lo que es el comportamiento del ser humano juegan un papel fundamental en este tema, de ahí que haya entrenadores que triunfan plenamente en los equipos que dirigen por que dominan absolutamente esta faceta.
Otra cosa es que a nivel de clubs profesionales, el entrenador tenga entre su equipo de colaboradores a un Psicólogo, que es una opción muy válida, primero para él mismo, ya que a nivel individual el consejo y asesoramiento de un profesional, le puede venir muy bien para controlar determinados estados anímicos y emocionales que el ejercicio de una actividad tan exigente como la que realiza le puede acarrear, sobre todo si uno es entrenador de equipos de elite y en ocasiones se le presentan cuadros de ansiedad, estrés, depresión etc.
También es importante a nivel de preparación del equipo contar con la colaboración de un especialista en psicología deportiva que obviamente va a mejorar y reforzar el trabajo en esa parcela, aunque no por eso quiere decir que el entrenador no deba tener amplios conocimientos en la materia, ya que además de que siempre le van a venir muy bien para realizar mejor su labor, son muchos equipos, incluso profesionales, los que no pueden contratar a un psicólogo (o no quieren) y es el técnico de turno quien ha de controlar en toda su amplitud el apartado de entrenamiento mental del equipo.
Es evidente que si el entrenador falla en el tema psicológico con un determinado jugador o no sabe como tratarlo, la desmotivación es un componente negativo que se suele dar en estos casos y el verdadero peligro no es cuando este hecho es aislado y se manifiesta en un jugador determinado, lo grave es cuando se contagia al resto del grupo. Un equipo desmotivado es como un barco a la deriva, y lo más fácil es que acabe naufragando.

2-Cuando el futbolista goza de la confianza del entrenador.

Es cierto que hay futbolistas que en función del entrenador que los dirija, varían sustancialmente su rendimiento, y una de las causas principales es el nivel de confianza y apoyo que un técnico le brinde a un jugador.
Cuando un futbolista salta al campo y sabe que goza de un respaldo total por parte del entrenador, lógicamente afronta el partido más motivado y con mucha más tranquilidad, por que sabe que si en un momento dado las cosas no le salen del todo bien, va a sentirse siempre respaldado por la persona que dirige al equipo, y eso es algo fundamental que le hará tener más seguridad en sí mismo, y las posibilidades de que su rendimiento sea positivo aumentarán considerablemente.
Un jugador puede ser titular indiscutible una temporada, y a la siguiente desaparecer por completo de las alineaciones cuando se produce un cambio en relación a la persona que se va a sentar en el banquillo. El jugador, que hasta hace poco tiempo era protagonista absoluto en su equipo, pasa al ostracismo total ya que no entra para nada en los planes del nuevo entrenador. Esto es algo que se suele dar en el mundo del fútbol con frecuencia.
El hecho en cuestión, sucede simplemente por que cada entrenador tiene sus ideas y a unos les encajan en sus planes un determinado tipo de futbolistas, con unas cualidades concretas y a otros no, por que prefieren jugadores de características completamente diferentes.
Por eso en función de esas preferencias un jugador que no se ve respaldado por su técnico, que no cuenta con su apoyo continuo, puede ver mermado su rendimiento con relación al que tenía cuando lo dirigía otro técnico que sí confiaba en él y le mostraba incondicionalmente su apoyo.
Puede darse igualmente el caso de que haya dos entrenadores que coincidan en sus criterios futbolísticos sobre un jugador y lo valoren los dos en igual medida, pero como cada entrenador es diferente en su forma de ser y de hacer las cosas, uno por ejemplo es de los que habla continuamente con el futbolista, lo anima, lo motiva y lo apoya y otro, igual es más reservado, menos comunicativo o no domina lo suficiente la faceta psicológica para saber sacarle el máximo rendimiento a sus jugadores.

3-El entrenador exigente y  el futbolista agresivo.

La exigencia y la agresividad en las dosis adecuadas son dos elementos muy positivos que debidamente combinados deben de ser tenidos especialmente en cuenta por el entrenador de fútbol en la preparación de su equipo.

Si un entrenador es exigente en la medida de que puede  conseguir del futbolista algo que este es capaz de dar, está realizando un trabajo muy positivo, si por el contrario ese nivel de exigencia está por encima de las posibilidades reales del futbolista estará siguiendo un camino equivocado que puede afectar psicológicamente al jugador tanto a nivel deportivo como personal.

En lo referente a la agresividad, es un factor que si se canaliza de forma adecuada desde el aspecto de lucha, entrega, esfuerzo, sacrificio y alta motivación puede dar estupendos resultados. Sin embargo si es una agresividad no controlada que se desvía de sus verdaderos fines puede ser muy perjudicial y no sólo a nivel colectivo, también a nivel individual por que hay futbolistas que por sus determinadas características personales pueden verse sometidos a un exceso de presión y alto nivel de exigencia y responsabilidad que difícilmente pueden soportar y eso tarde o temprano les pasará factura en el aspecto psicológico.

Resumen:

1-El futbolista es persona antes que deportista, y en función de su forma de ser el entrenador ha de saber como tratarlo.
2- Es muy importante para el rendimiento del futbolista contar con el total apoyo de su entrenador, no solo en lo que al aspecto deportivo se refiere, también es fundamental la confianza que el técnico le brinde en el terreno personal.
3- El nivel de exigencia que imponga el entrenador y la agresividad del jugador aplicada en sentido positivo son dos elementos que determinan de forma muy significativa la preparación de un equipo de fútbol.


Fútbol Trainer. El Entrenador de Fútbol.
Actividades Formativas a Distancia para Entrenadores Principiantes.